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50 MINUTOS

Valores humanos para EDUCACIÓN SUPERIOR 

PARTE 03

JUSTICIA

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AMOR

ESTA PÁGINA

JUSTICIA

“Solo a través del perdón, la humanidad podrá superar el deseo de venganza y realmente comenzar a practicar la justicia”.

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¿Cómo entendemos el valor de la justicia desde el epígrafe?

En 1998, Daryl Atkins fue condenado a muerte por el asesinato de un hombre en Virginia, Estados Unidos. La defensa alegó que el acusado padecía de demencia mental, por lo que no podía ser condenado a muerte, sino a cadena perpetua. Para evitar la ejecución, el convicto tenía que demostrar que tenía un coeficiente intelectual de hasta 70 puntos; Daryl tiene un coeficiente intelectual de 59.

Sin embargo, en 2005, la Corte Suprema volvió a realizar la prueba y descubrió que el coeficiente intelectual de Daryl había aumentado a 76, por lo que fue condenado a muerte por inyección letal. Se aseguraba que los estímulos que había recibido en prisión, como lecturas, encuentros con abogados,  procesos, entre otras experiencias, fueron suficientes para despertar su inteligencia, hasta que Daryl logró llegar a puntos suficientes para hacer él apto para morir. Pero, ¿es esto justicia o venganza? ¿Y es justa la pena de muerte?

La justicia retributiva se inspira en el concepto de venganza, la idea de “ojo por ojo, diente por diente”. Este tipo de justicia se limita a imponer una pena al condenado, como una forma de reparar el daño, sin ningún interés en hacer que la persona sea consciente de su error; funciona como un contragolpe.

La justicia transicional se basa en el respeto por el derecho y la verdad. Relacionado con la aplicación de medidas retributivas como signo significativo de repudio a determinadas prácticas políticas, tiene un carácter punitivo. Incluye la obligación de investigar y sancionar los delitos contra los derechos humanos. Consiste en un conjunto de esfuerzos jurídicos y políticos para un sistema de gobierno democrático y sustenta una concepción de la justicia asociada a períodos de cambio político, caracterizada por respuestas jurídicas para enfrentar las irregularidades de un régimen político, además de involucrar acciones investigativas contra los abusos. y buscando justicia e  à  paz para la sociedad.

La justicia restaurativa es diferente, se enfoca en la justicia comunitaria. Con este concepto se entiende que un delito es más que una transgresión de la ley, porque daña a las personas y sus relaciones, por lo tanto, sólo a través de la reparación del daño y las relaciones es posible recuperar a la víctima y a la sociedad. Es un modelo de justicia participativa, en el que se consideran los sentimientos y necesidades tanto individuales como comunitarias; tiene como objetivo restablecer las relaciones, reparar el daño sufrido por la víctima, sensibilizar y responsabilizar al agresor, así como fortalecer a la comunidad.

Según el modelo de justicia presentado por Caro y Segla (2007), “el perdón es en esencia una demostración de superioridad moral de la víctima que renuncia a la venganza”. El proceso de justicia restaurativa favorece el perdón, pero no lo implica, porque el perdón es algo de carácter individual, que sólo corresponde a la voluntad de la víctima y ningún proceso o comunidad puede presionar a nadie para que perdone.

La justicia debe buscar dar a cada uno lo que le corresponde o lo que le corresponde; es también la facultad de juzgar conforme a las leyes, el derecho y la razón y exige imparcialidad en la interpretación del ordenamiento jurídico. Sigue siendo un valor humano que se revela en la vida social y que debe contribuir a la evolución de la vida en sociedad, en favor de la preservación de los derechos humanos, la buena convivencia y el bien común. Por tanto, quien no perdona y guarda sentimientos negativos, de ira o de venganza puede ser una persona más vengativa que justa.

Nery (2009) define la justicia como:

el conjunto de características y valores, modificables debido a la evolución social, por los cuales el Estado (de manera coercitiva), y los demás miembros de la sociedad organizada (de manera crítica), se guían para crear y seguir reglas que, isonómicamente, tienen por objeto al mantenimiento de los pactos sociales establecidos para la creación y mantenimiento de la sociedad, siendo un elemento esencial para la obtención del bien común. La justicia es, entre otros valores, la virtud, la libertad, la igualdad, la racionalidad, la buena voluntad, la buena fe, la humildad ante la finitud de la vida humana, la moderación en las acciones, la honradez y la aplicación de sanciones a quienes incumplan sus obligaciones para con sociedad.

 

¿Y cómo podemos entender la justicia social? Este concepto se basa en el concepto de distribución justa, con el objetivo de garantizar el equilibrio en las relaciones sociales. Por tanto, apunta al bien común, promueve la realización de una vida digna para todos, es decir, se fundamenta en la dignidad de la persona humana, la igualdad, la libertad, el respeto a las necesidades de los seres humanos.

Para ser justos, necesitamos conocimiento; para contribuir a la justicia social necesitamos, sobre todo, conocer la sociedad, nuestra realidad, reconociendo nuestras debilidades y fortalezas sociales. En el área educativa, por ejemplo, muchos defienden una educación igualitaria basada en el principio de que hoy todos tienen acceso a computadoras, internet, a más información, considerando los avances tecnológicos de los últimos años. Sin embargo, no podemos olvidar que en el mundo, en esta casa más grande nuestra, muchos niños todavía no tienen acceso a la escuela. ¿Y eso es justo si todos somos iguales en dignidad?

¿Es justo desperdiciar alimentos mientras tantos todavía mueren de hambre? ¿Es justo estropear el agua? ¿Es justo gastar en superfluidades y lujos mientras muchos no tienen lo mínimo necesario para una vida digna? ¿Es justa la desigualdad social? ¿Es justa una educación que favorezca la distancia entre clases sociales? ¿Es justo juzgar a los demás por su apariencia? ¿Es justo criticar a alguien sin conocer su realidad? ¿Es fácil ser justo?

El papel del juez requiere, sobre todo, el deseo de ser siempre justo, de querer hacer justicia; exige también la imparcialidad del razonamiento objetivo y, finalmente, la competencia, el conocimiento de los hechos para un análisis prudente de los hechos. Pero, considerando que cualquiera puede equivocarse por las más diversas razones, debemos contar con la humildad para ser justos, aceptando nuestros errores y limitaciones, asumiendo las responsabilidades que se derivan de nuestras actitudes. 

Los padres, por ejemplo,  antes de juzgar el comportamiento de sus hijos, deben reflexionar sobre su contribución a ese comportamiento; del mismo modo los profesores en relación con sus alumnos. El éxito y el fracaso de los estudiantes dependen en gran medida del trabajo del docente, así como del concepto que construyan sobre la justicia y la justicia social. Para eso, también es importante que la formación de los docentes esté ligada a la comunidad, a la sociedad, ya que la educación apunta al bien de todos.

Flores (2011) entiende que la justicia es darle a cada uno lo que le corresponde, y a ellos   les corresponde vivir en democracia y estar de  en posesión de todos los bienes que garantiza la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Eso sería justo. Lo injusto es lo inhumano, que haya comunidades e individuos marginados, sumergidos en la pobreza y la ignorancia, y, por si fuera poco, es injusto que les hagan creer que son libres e iguales a sus gobernantes y a los ricos. quienes los oprimen.

Daniels (2011) nos ayuda a comprender cómo la justicia puede contribuir a mejorar la salud pública y me llevó a reflexionar sobre ciertos temas. ¿Es justa la distribución de recursos en el área de salud? ¿Es justo que quienes más necesitan atención médica no la tengan? ¿Es justo que la industria farmacéutica no responda por sus acciones cuando compromete la salud pública? ¿Es justo que cuanto mejor sea el nivel económico y educativo de una persona, más larga y saludable será su vida?

El autor afirma que “la evidencia reciente sugiere que cuanto más profunda es la desigualdad económica existente en una sociedad, mayor es el gradiente de desigualdad en salud”. Y lamenta la ausencia de movimientos sociales bien organizados capaces de hacer frente a tales desigualdades, de reivindicar la salud pública, mostrando la necesidad de cambios de fondo.

¿Y cómo es la justicia en el área de la construcción civil? ¿Es justo que la sociedad pague por la falta de calidad en los servicios de construcción civil? ¿Es justo pagar varias veces por el mismo servicio porque nadie es responsable de lo que hace? ¿Es justo que se pierda una vida por el mal servicio de una instalación eléctrica o por el derrumbe de una parte del edificio? ¿Es justo que un inmueble con pocos años de uso se considere antiguo por la calidad del servicio de construcción de viviendas? ¿Es justo que nadie haga nada por tratar de contener estas atrocidades de la construcción civil que causan graves daños a la población?

En fin, la vida pide justicia en todo momento, en las más diversas situaciones, en el hogar, en el trabajo, en la calle, en las iglesias, etc. Y, si no nos preocupamos por ser personas más justas, difícilmente evolucionaremos para ser humanos y tener una vida mejor, porque la ausencia de justicia solo favorece situaciones de conflicto y genera aún más sufrimiento para la humanidad.

Podemos observar, en diferentes sectores de nuestra sociedad, el valor de la justicia que se exige. Necesitamos exigir al Poder Legislativo medidas capaces de frenar y minimizar los hechos delictivos, pero no será sólo con la sobrecarga de los tribunales o con la sanción que se solucione el problema. Necesitamos educar para la justicia, contribuir a ella, querer y tratar, sobre todo, de ser cada vez más justos.

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Sugerencia de lectura adicional: Programa Cinco Minutos de Valores Humanos para la Escuela, de Saara Nousiainen, 2008. El programa está disponible en < http://www.cincominutosdevalores .org >. En esta dirección encontrarás el tema Justicia enfocado a jóvenes y niños en las siguientes clases:

·       1er Módulo 1er Semestre: clase 18 – Cómo cambiar el planeta.

·       2do Módulo 2do Semestre: clase 85 – Justicia X Venganza.

·       3er Módulo 2do Semestre: clase 43 – Paz en la familia.

 

Referencias bibliográficas

 

Almeida, ES; Torelly, MD Justicia transicional, estado de derecho y democracia constitucional: un estudio preliminar sobre el papel de los derechos derivados de la transición política para la realización del estado democrático de derecho. Revista Electrónica de la Facultad de Derecho, Porto Alegre - Brasil, vol. 2, núm. 2, pág. 36-52, julio/diciembre de 2010. Disponible en:

< http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/sistemapenaleviolencia/article/view/8111/6041 >. Acceso el: 01 oct. 2011.

 

Caro, HA SB; Segla, FM Justicia Restaurativa: un camino para construir la paz. Fundación Paz y Bien – Pontifica Universidad Javeriana, Cali - Colombia.  2007. Disponible en:

< http://portales.puj.edu.co/ccpvirtual/Catedra%20Colombian/Sesion3_Sept%2020/CajadeHerramientasJUSTICIARESTAURATIVA.pdf >. Acceso el: 28 sep. 2011.     _cc781905-5cde-3194-bb3b- 136bad5cf58d_      _cc781905- 5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_   

 

Daniels, N. Porque la justicia es importante para nuestra salud. Ideas, Campinas, São Paulo – Brasil. no. 2, nueva serie, 1er semestre. 2011. Disponible en: < http://www.ifch.unicamp.br/ojs/index.php/ideias/article/download/472/383 >. Consultado el: 29 de septiembre. 2011.

 

Flores, R F. Justicia y derechos humanos. Política y Cultura, Universidad Autónoma Metropolitana – Xochmilc, Distrito Federal, México, n. 35, PP 27-45, 2011. Disponible en:

 < http://redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=26718442003 >.  Consultado el: 28 sep. 2011. 

 

Nery, DC ¿Qué es la justicia de todos modos? Revista Autor, noviembre de 2009. Disponible en:

< http://www.revistaautor.com/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=522:o-que-usti-afinal&catid=15:direito&Itemid=44 >.  Acceso el: 21 sept. 2011.

 

Zerchner, KM La formación del maestro y la lucha por la justicia social. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado. , Zaragoza – España, Vol.14. en uno. 12,  2011. Disponible en:

< http://redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=217019031012 >. Acceso el: 21 sep. 2011.  

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AMOR

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"Amar no es aceptarlo todo. Por cierto: donde todo se acepta, sospecho que falta amor”. (Vladimir Mayakovski)

 

El amor se puede entender de muchas maneras, como cariño , compasión , misericordia , pasión, querer bien, satisfacción, deseo, entre otras, pero la definición más popular está relacionada con la forma en que una persona puede relacionarse con _cc781905-5cde-3194- bb3b -136bad5cf58d_outra, o con algún objeto. El amor es considerado uno de los mayores logros del ser humano.

Según la Real Academia Española, el amor es un sentimiento intenso del ser humano, que partiendo de su propia insuficiencia, busca por necesidad el encuentro y la unión con el otro. Es un sentimiento de una persona por otra, que atrae y busca reciprocidad en el deseo de unión, que alegra y da energía para convivir, comunicar y crear.

Estos conceptos se refieren básicamente al amor de pareja, pero existen varios tipos de amor: entre familiares, entre amigos, al trabajo, al arte,  a los objetos, a los demás, a los animales,_cc781905- 5cde -3194-bb3b-136bad5cf58d_ a la naturaleza, etc. Algunos dicen que hay tantos tipos de amor como personas sobre la faz de la Tierra. Pero también existen ideas distorsionadas sobre el amor que resultan de desequilibrios emocionales y que pueden derivar en suicidios, crímenes pasionales y sufrimiento psicológico. 

Estas ideas  en ocasiones provienen de la dependencia emocional de las personas, que se vincula con el miedo al abandono, la soledad y la separación, la negación de la libertad, el chantaje emocional, la angustia y el sufrimiento. Esta situación se caracteriza por un comportamiento de sumisión, inseguridad, dificultad para poner límites y sentimientos de culpa.

El amor a Dios, a lo divino, al creador, a menudo también es distorsionado por intereses religiosos. El amor y la espiritualidad están ligados a la prosperidad económica de las falsas iglesias o de sus representantes, el nombre de Dios se usa para sacar dinero de las personas debilitadas por la enfermedad o por los problemas que se les presentan ante la vida. Los fieles acaban siendo explotados, víctimas de un amor que no existe, de iglesias mercenarias, de hombres mezquinos y sin escrúpulos, que mienten en nombre de un Dios falso. El verdadero amor se expresa en la bondad, la justicia, la libertad, la igualdad, en la búsqueda del bien de todos.

A pesar de la subjetividad y las infinitas dimensiones del amor, la ciencia busca formas de acercarse a esta realidad a través de instrumentos de medición, como afirma Vicente (2011). El autor considera que, si existe el amor, también debe haber una forma de medirlo, de conocer su cantidad e intensidad. Ya que hemos encontrado formas de medir la inteligencia, ¿por qué no encontramos formas de medir el amor?

Las relaciones amorosas han ido cambiando con el tiempo, y para comprender mejor estos cambios, también debemos comprender los intereses que impregnan las relaciones. En el pasado, los matrimonios eran arreglados por familias de acuerdo a sus intereses, que a su vez se basaban en el estatus y situación financiera de los involucrados, y poco se escuchaba de la separación.

Según Schmitt (2011), “en la sociedad contemporánea, lo que está en el foco son los individuos inestables, en el campo del amor, volátiles, frágiles. Aparecen hombres y mujeres enfatizando más el tema de la necesidad profesional, la buena remuneración y el foco de la futura autonomía”. El autor entiende que la principal característica de las relaciones hoy en día es el individualismo, que ha sido apoyado por el capitalismo y los avances tecnológicos.  Y se refiere a las relaciones en línea,_cc781905-5cde-3194-bb3b -136bad5cf58d_ basado en lo que aparentan ser las personas y no lo que realmente son.

En la dureza de las relaciones familiares de hoy, el amor se ha vuelto condicional. Mamá o papá es capaz de decir que no le gusta un hijo que no obedece, es decir, le pone una condición al amor para que los hijos cumplan con las expectativas de sus padres. Entonces, si los niños no hacen todo bien, no obtendrán amor, ¿no serán amados? ¿Por qué condicionar el amor? ¿educar? ¿Y eso es educación? Para conseguir lo que quieren, creyendo que es lo mejor para sus hijos, los padres tratan de encauzar sus vidas y muchas veces terminan causando serios problemas. Bazilli (2011) dice que la conciencia familiar “es la imagen que nuestros padres tienen y esperan de nosotros. Podemos ir por la vida sin ser nosotros mismos, obsesionados con este programa, este proyecto que nos dieron nuestros padres”.

Los padres deben cuidarse de no condicionar el amor que sienten por sus hijos, como, por ejemplo, cuando dicen “Amo a mi hijo porque es estudioso” o “No puedo amar a un hijo que no me obedece”. El niño necesita comprender que siempre será amado, estudie o no, obedezca o no. ¿Significa eso que si un hijo no saca buenas notas por cualquier razón justa, debe entender que también perderá lo más sagrado, el amor de sus padres? ¿Esto es justo? ¿Hay alguna condición que sea lo suficientemente justa para negar el amor a los miembros de la familia?

El amor debe ser incondicional, debe existir siempre por encima de cualquier otra cosa. Esto no quiere decir que, en nombre del amor, los padres deban criar a sus hijos sin límites, sumergidos en la permisividad, porque los límites también forman parte del amor en las relaciones familiares. Facchin (2011) afirma que, al no saber decir “no”, los padres terminan privando a sus hijos del desarrollo de la tolerancia, por lo que el “no” dado con amor es una forma de preparar a los niños para el mundo. El amor siempre es necesario, hasta para que los niños entiendan por qué el “no”. 

El mayor apoyo de una estructura familiar es el amor, por lo que necesitamos ante todo saber amar. Y ese amor, a su vez, hace que los niños se sientan aceptados, valorados y seguros. Los hijos también pueden no aceptar alguna actitud de sus padres, pueden estar decepcionados, tristes y protestar, pero no dejan de amarlos por la misma razón, por el amor incondicional que debe impregnar las relaciones familiares.

Silva, 2008, argumenta que Paulo Freire valoraba tanto el amor en la educación que incluso admitió que una tía no amaba a sus sobrinos, lo que no podía admitir era que una maestra no amaba a sus alumnos. La educación para Freire era dialógica. En su concepción, el diálogo es un acto de amor. Entendió que el conocimiento se construye a partir del amor que sentimos por lo que queremos saber, esto también incluye la forma en que las personas se tratan amorosamente, en el acto de conocer. 

El pensamiento y la experiencia de Paulo Freire se encuentran con el de Célestin Freinet, un educador suizo. Ambos lucharon por la justicia social, fueron perseguidos y encarcelados, creían que la educación debía despertar lo que ya existe latente en el ser humano. Pero el amor por la profesión es posiblemente lo que más identifica a estos dos educadores, la búsqueda amorosa de un futuro mejor a través de la educación.

El conocimiento también sirve para protegernos de los falsos amores, pues la ingenuidad en el amor es la puerta que abre a la maldad de los hombres. Debemos amar sin alejarnos de la realidad, sin cerrar los ojos a las limitaciones del ser humano. El amor, como la fe, no necesita intermediarios, pero sí cuidados. Nuestra capacidad de amar es inmensa, y este amor puede desarrollarse a partir de nuestras buenas obras, buenos sentimientos, pensamientos positivos, nuestro esfuerzo por ser mejores seres humanos.

Muchos ya saben que el amor es la luz de la vida, fuente de alegría y vitalidad; lo que algunos aún no entienden es que los mayores beneficios del amor llegan primero a quien lo siente y no a quien lo recibe. Por eso, para algunos, el deseo de ser amados es incluso mayor que el deseo de amar. Pero si es bueno ser amado, es mejor amar, vivir el amor, sentirlo lo más intensamente posible, y eso depende de nosotros.

Por lo tanto, debemos amar, alimentar diariamente el sentimiento de amor dentro de nosotros, por las personas, por los animales, por la naturaleza, por la vida. Que el amor crezca dentro de nosotros; estimulemos, fortalezcamos, expandamos este sentimiento dentro de nosotros. Esta es la energía capaz de despertar lo mejor que puede existir dentro de cada uno, es fuente de transformación. Es a través del amor que haremos de este mundo un lugar mejor. 

¿Cómo podemos desarrollar el amor? Lo haremos eligiendo amar, priorizando el amor en nuestra vida, actuando como quien ama, con bondad, tratando a los demás con respeto, atención y generosidad, como si cuidara de un querido hermano. Aprendemos a amar desde el deseo de amar, observando a los que aman, tratando de conocer la forma de pensar de los que aman, acercándonos a los que aman, hasta que un día sentimos en nosotros la certeza y la intensidad del verdadero amor.

 

 

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Sugerencia de lectura adicional

Programa de Cinco Minutos sobre Valores Humanos para la Escuela, de la autoría de Saara Nousiainen, 2008. El programa está disponible en  < http://www.cincominutosdevalores .org > . En esta dirección encontrarás el tema Amor enfocado a jóvenes y niños en las siguientes clases:

     1er Módulo 1er Semestre: Clase 74 – Amor Universal; lección 77 – Amor por la Tierra.   

·       2do Módulo 1er Semestre: de la clase 86 a la 89 – Amor.

       2º Módulo 2º Semestre: aula 87 – Tipos diferentes de amor; de la clase 92 a la 97 – grado Asa, otra pequeña; clase 98 – Amor verdadero. 

 

Referencias bibliográficas

Bazilli, M. El cuerpo y su armadura. De la represión emocional a la expresión del ser: un camino transpersonal. CLASI – Centro Latinoamericano de Salud Integral. Sao Paulo Brasil. 2011. Disponible en: < http://www.clasi.org.br/trabalhos/maristela.pdf >.  Consultado el: 04 oct. 2011.

 

Facchin, THJ; Calvetti, PU Cuando no es sinónimo de amor. Psicópata. Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul, Porto Alegre – RS – Brasil. PÁGINAS 16-22, vol. 42, nº 1, ene./mar. 2011. Disponible en: < http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/revistapsico/article/viewFile/5861/629> . Acceso el: 04 oct. 2011.

 

Schmitt, S.; Imbelloni, M. Las relaciones amorosas en la sociedad contemporánea. Psicología PT. Universidad Católica de Petrópolis, RJ - Brasil. Septiembre de 2011. Disponible en: < http://www.psicologia.pt/artigos/textos/A0583.pdf >. Acceso el: 04 oct. 2011.

 

Silva, AA Maestra sí, tía no: cartas para los que se animan a enseñar. Revista SER: Conocimiento, Educación y Reflexión. Agudos, São Paulo – Brasil. vol. 1, no. 2, julio-dic, 2008. Disponible en:

 < http://www.revistafaag.br-web.com/revistas/index.php/ser/article/viewFile/83/pdf_56 >. Acceso el: 04 oct. 2011.

 

Vicente, C. Amor y constructos relacionados: evidencias de validez de instrumentos de medida en Brasil. Repositorio Institucional. Universidad de Brasília. Brasilia - Brasil, junio de 2011. Disponible en: < http://hdl.handle.net/10482/8330 >. Acceso el: 03 oct. 2011.

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