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50 MINUTOS

Valores humanos para EDUCACIÓN SUPERIOR

PARTE 02

ESTA PÁGINA

SOLIDARIDAD

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RESPETO

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SOLIDARIDAD

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“¿Te sientes vacío? Llena ese espacio de solidaridad. Sal de ese agujero.

Hay mucha gente que te necesita”. (Gabriel Chalita)

 

La solidaridad es el valor que nos lleva a compartir momentos de sufrimiento y dificultad con los demás, consiste en dar y recibir ayuda, por lo que es un valor que requiere un contexto social; está en las relaciones, haciéndolas más humanas. La solidaridad facilita la construcción de vínculos afectivos, contribuye al fortalecimiento de la autoestima, conduce al sentimiento de realización y satisfacción personal, favorece el progreso y el bienestar de la humanidad.

 “Olvídate de todo y acuérdate de la humanidad”. Esta frase forma parte de un manifiesto escrito por los científicos Albert Einstein y Bertrand Russell en 1955. A partir de este documento,  , surgió en la comunidad científica un movimiento por la paz mundial, cuando un grupo de científicos inició reunirse cada año, para evaluar la situación mundial y luchar por la paz. D'Ambrosio (2011) nos dice:

El movimiento se conoció como Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales. Está dirigido por un grupo de 35 científicos de todo el mundo que constituyen el Consejo Pugwash, que es responsable de todas las declaraciones y pronunciamientos que resultan de las conferencias. Tuve el honor de ser miembro del Consejo Pugwash de 1988 a 1996. En 1995, la organización recibió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a sus esfuerzos por la paz mundial.

 

D'Ambrosio cree que la solidaridad con los demás es la primera manifestación   del sentimiento que resulta del hecho de ser parte de una sociedad. Entiende que los avances tecnológicos y la pluralidad de los medios de comunicación han llevado las relaciones interculturales a dimensiones verdaderamente planetarias, pero para alcanzar la paz en sus múltiples dimensiones es necesario fortalecer valores como el respeto, la solidaridad y la cooperación.._cc781905- 5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_

La solidaridad está presente en la vida de este profesor de matemáticas. D'Ambrosio (2011) agrega: “Las matemáticas están en la base de todas las ciencias e ingenierías. Veo, por tanto, mi responsabilidad de proponer unas MATEMÁTICAS PARA LA PAZ”. Pero los beneficios de la solidaridad van más allá de las matemáticas, se extienden a todas las áreas del conocimiento. La investigación informa cómo el trabajo voluntario de los pacientes permite la reanudación de los vínculos sociales en un momento en que estos vínculos son aún más necesarios. Es una contribución tanto para los que ayudan como para los que

consigue ayuda.

Andrade y Vaitsman (2002) revelan los resultados de la solidaridad, observados en esta investigación realizada en un hospital de Río de Janeiro que recibió el apoyo de una asociación de voluntarios que trabajan dentro del hospital. Esta asociación, de carácter voluntario, hace posible que grupos de personas se reúnan en torno a objetivos comunes y la cooperación entre ellos.  Las relaciones sociales contribuyen a dar sentido a la vida, y se observó que esto trabajo El voluntariado fue importante para aumentar la confianza personal de los participantes, la satisfacción con la vida y el fortalecimiento de su capacidad para enfrentar los problemas.

La solidaridad también se puede ver en un gesto, como en la donación de órganos.  “... en el ámbito de los derechos fundamentales, una persona puede actuar conforme a lo que más le conviene, especialmente en lo que respecta a las decisiones que le conciernen a sí misma, a su cuerpo, a su individualidad” (TEIXEIRA & , CONDER, 2010). La legislación sobre trasplantes de órganos se basa en un equilibrio entre la libertad y la solidaridad. El individuo debe tener libertad para decidir sobre su cuerpo, incluso después de la muerte, y solidaridad para posibilitar la continuidad de otras vidas a través de la donación de órganos. El problema es que se cuestionaba esta  libertad en la que se basaba la ley, pues esta consideración prioriza la libertad, no la del posible donante, sino la de la familia, es decir, el gesto de solidaridad de el donante era inútil si eso no se extiende a los miembros de la familia.

Entonces, hubo una polémica que se dio porque por un lado estaba  la Ley de Trasplantes (art. 4), que defiende la donación de órganos sólo con autorización de la familia, y por otro lado la Ley Civil Código (art. 14), que defiende la libre disposición del cuerpo después de la muerte. Según Teixeira y Konder (2010), frente a esta controversia, el art. 14 del Código Civil, es decir, la voluntad del difunto. Esta es una pregunta que nos lleva a reflexionar sobre nuestra responsabilidad no sólo en relación con nuestras actitudes solidarias, sino la importancia de contribuir al despertar de esta conciencia en los demás, empezando por la familia y los amigos.

En la educación brasileña, existe la Ley 9.394/96, que establece las Directrices Básicas para la Educación Nacional. el arte. 2º se centra en el pleno desarrollo del alumno, inspirado en los principios de libertad y solidaridad. La educación elemental tiene como objetivo la formación básica del ciudadano, incluido el fortalecimiento de los lazos familiares, los lazos de solidaridad humana y la tolerancia mutua en los que se basa la vida social.

Estos lineamientos también refuerzan el compromiso de la universidad con la sociedad, afirmando la necesidad de las universidades de estimular el conocimiento y brindar servicios a la comunidad. Y es bueno recordar que el vínculo entre el hombre y la sociedad debe basarse en una relación de igualdad, considerando que no hay nada que los diferencie en una relación fraternal. En esta perspectiva, debemos considerarnos hermanos, ya que todos somos iguales en dignidad y derechos.

En un país verdaderamente democrático, la solidaridad es parte de la cultura. Fernandes y Montrone (2009) entienden que uno de los objetivos de la democracia es garantizar la igualdad de derechos y oportunidades. Así, una sociedad democrática se hace con relaciones sociales liberadoras, en la forma de ser, pesar y actuar de sus ciudadanos, con una tolerancia que pretende contribuir a la buena convivencia, con respeto a las diferencias. Sin embargo, también necesitamos conocer el límite entre la tolerancia y la solidaridad.

La tolerancia termina en solidaridad cuando no acepta la injusticia, el sufrimiento de nuestros semejantes. Uno de los límites de la solidaridad radica en el acto del individuo de saber ayudar, sin alimentar adicciones ni conductas nocivas, es decir, está en la condición de saber amar sabiamente, como se muestra en la clase 12 – Ayudar a los demás –_cc781905- 5cde-3194- bb3b-136bad5cf58d_ del 1er módulo del 2do semestre, incluido en el Programa Cinco Minutos de Valores Humanos para la Escuela. Nousiainen, 2008, muestra de manera muy sencilla, este límite entre la solidaridad y la tolerancia, se centra en la importancia de pensar con amor y amar con sabiduría. Pensar con amor nos lleva a la solidaridad, pero amar con sabiduría implica un amor sin ingenuidad, implica saber ser solidario.

El autor cita los nombres de personalidades admirables, que se destacaron en el escenario mundial por su solidaridad, así como la Madre Teresa de Caucutá, Martin Luther King Jr., Nelson Mandela, Gandhi, San Francisco, entre otros. En educación, la solidaridad se destaca en las obras del educador brasileño Paulo Freire, quien escribió y experimentó el valor de la solidaridad. En su obra “Aprendiendo de su propia historia”, podemos observar la solidaridad enfocada de diferentes maneras.

Según Gadotti, 1997, mientras algunas personas piensan que su libertad termina cuando comienza la libertad del otro, Freire decía que su libertad terminaba cuando terminaba la del otro; si el otro no era libre, él tampoco podía serlo. Entonces la solidaridad la vivió Freire y un educador necesita tener este valor incorporado en su vida.

      _cc781905- 5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_     Álvares (2011) nos convida a refletir sobre o valor solidaridad en docentes en formación inicial; considera que este valor regula la conducta hacia la interacción beneficiosa entre unos y otros, en la satisfacción de sus necesidades y en el mejoramiento humano. La formación de este valor incluye la ayuda, la cooperación y el altruismo, que, en el contexto de las relaciones, son aspectos reconocidos y se convierten en parte importante de la conciencia del educador.

Las experiencias vividas por un docente se hacen realidad y se van interiorizando, convirtiéndose poco a poco en parte de ella. Así, los actos de solidaridad, las relaciones basadas en el amor y la fraternidad, son manifestaciones que se expresan en las virtudes. A través de experiencias positivas en el desarrollo de actos solidarios, la solidaridad ocupará su lugar en la escala de valores de los futuros docentes, quienes orientarán su conducta.

La solidaridad genera un sentimiento de apoyo mutuo, agradecimiento, respeto por las diferencias; promueve la unidad y estimula las fuerzas humanas para lograr objetivos comunes. Álvares (2011) sostiene que, en la formación inicial de los docentes, es necesario desarrollar la solidaridad, para que sean legítimos portadores de este valor, para que sean auténticamente solidarios. Si la solidaridad forma parte del estilo de vida del docente, sabrá transmitirla a sus alumnos. Y ya decía Paulo Freire que la educación exige coherencia entre la teoría y la práctica.

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Sugerencia de lectura adicional  

Programa Cinco Minutos de Valores Humanos para la Escuela, Nousiainen, 2008. El programa está disponible en  < http://www.cincominutosdevalores .org > . En esta dirección encontrarás el tema Solidaridad enfocado a jóvenes y niños en las siguientes clases:

·      _cc781905 -5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ 1º Módulo 2º Semestre: aula 12 – Ajudar os outros;  aula 76  –  Solidariedade ; Lección 99 – Altruismo.  

·       2º Módulo 2º Semestre: clase 83 – Paulo Freire (Ejemplos de solidaridad).

·      _cc781905 -5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ 3er Módulo 1er Semestre: clase 24 – Comunidad de Caimanes; Lección 68 – Solidaridad en el tráfico.

 

Referencias bibliográficas

Álvares, NR Reflexiones sobre la formación del valor solidario entre docentes en formación inicial, en la carrera de educación primaria. Cuaderno de Educación y Desarrollo,  Cuba, vol. 3, núm. 24, féverro, 2011. Disponible en:  < http://www.eumed.net/rev/ced/24/nra.htm >.  Acceso el: 05 sep. 2011.

 

Andrade, GRB; Vaitsman, J. Apoyo social y redes: conectando solidaridad y salud. Escuela Nacional de Salud Pública, Fundação Oswaldo Cruz, Río de Janeiro - Brasil, octubre de 2002. Disponible en: < http://www.unifesp.br/grupos/fibromialgia/redes.sociais.pdf >._cc781905-5cde-3194 -bb3b-136bad5cf58d_ Acceso: 03 de septiembre. 2011.  

 

D'Ambrosio, U. La búsqueda de la paz: responsabilidad de matemáticos, científicos e ingenieros. Unincor - Revista da Universidade Vale do Rio Verde, Três Corações, Minas Gerais - Brasil, V. 9, nº 1, ene./jul., 2011. Disponible en: < http://revistas.unincor.br/index.php /revistaunincor/article/download/78/pdf >. Acceso el: 05 Sep. 2011.  

 

Fernández, S.; Montrone, AVG De la tolerancia a la solidaridad: superación necesaria para el ejercicio de la ciudadanía, en la construcción de una sociedad más democrática. Revista Educación en, Marília, São Paulo – Brasil, V.10, n.2, julio-diciembre de 2009. Disponible en:< http://www2.marilia.unesp.br/revistas/index.php/educacaoemrevista/ artículo/viewFile/652/535 >. Acceso el: 04 Sep. 2011.

 

Gadotti, M., 1997. Lecciones de Freire. Revista de la Facultad de Educación. vol. 23, núm. 1-2, São Paulo-Brasil, ene./dic. 1997. Disponible en:

http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0102-25551997000100002&script=sci_arttext .

Consultado el 25/05/2011.

 

Nousiainen, S., 2008. Cinco Minutos de Valores Humanos para la Escuela. Ediciones Caminos de Armonía. Fortaleza, CE – Brasil. Disponible en www.cincominutos.org . Consultado el 06/01/2011.

 

Teixeira, AC B; Konder, CN Autonomía y solidaridad en la disposición de órganos después de la muerte. RFD – Revista de la Facultad de Derecho de la UERJ, Rio de Janeiro – Brasil, vol. 1,  nº 18, 2010. Disponible en: 

< http://www.e-publicacoes.uerj.br/index.php/rfduerj/article/viewFile/1357/1145 >.  Consultado el: 02 Sep. 2011.

RESPETO

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“Cuando el hombre aprenda a respetar hasta al más pequeño ser de la creación, ya sea animal o vegetal, nadie necesitará enseñarle a amar a su prójimo”. (Alberto Schweitzer)

 

El respeto se considera el más básico de los valores, es lo que apoyará a todos los demás, por lo que es un valor extremadamente importante. Es un sentimiento positivo de estima que se traduce en acciones beneficiosas. La actitud de quien conoce el significado del valor del respeto es la de la humildad, a través de la conciencia de la grandeza del otro o de algo, independientemente de su profesión, condición, sexo, edad, raza o religión. Quienes respetan la dignidad de los seres humanos los tratan con atención y consideración.

¿Y por qué debemos respetar la dignidad del otro? Esto debe suceder porque es la dignidad del ser humano lo que lo caracteriza como tal. Como humanos, tenemos derechos y deberes que deben ser respetados. Nuestros derechos y deberes existen de acuerdo a nuestras necesidades de vivir y convivir. Cuando estos derechos no son respetados, se lesiona a la persona en su dignidad, en su condición de ser humano. La dignidad de algo o alguien no se da ni se crea, porque es parte de ella, pero puede ser herida, ultrajada o vulnerada cuando no se respetan sus derechos.

El respeto a la vida no involucra sólo al ser humano, sino a todo lo que forma parte de la vida, esto incluye a los animales, las plantas, los ríos, en fin, la naturaleza. Pero la muerte también exige respeto. Una investigación que propone reflexionar sobre el derecho a una muerte digna plantea algunos interrogantes sobre el respeto a la dignidad humana, se enfoca en principios de sacralidad de la vida. ¿Hay respeto por la dignidad humana en la eutanasia o la distanasia?

En cuanto a la eutanasia, se provoca la muerte con el propósito específico de acortar el dolor y el sufrimiento de la persona con una enfermedad incurable. En la mayoría de los países se considera una práctica delictiva, excepto en Suiza, Bélgica y Holanda; en Brasil, se considera homicidio. Algunos estudiosos defienden esta práctica porque creen que, en determinadas situaciones, es más humano ayudar a alguien a morir con la práctica de la eutanasia.   

Distanasia significa la prolongación exagerada del sufrimiento de una persona, es decir, se refiere a una muerte lenta y dolorosa. Almeida (2010) comenta: “El respeto a la dignidad de la persona humana exige el reconocimiento de que los tratamientos inútiles o fútiles sólo prolongan una vida meramente biológica, sin cualidad alguna”. Pero los médicos tienen la obligación de aliviar el dolor y el sufrimiento incluso cuando el paciente está en fase terminal, y así defienden la dignidad del moribundo.

En Brasil, el art. 36 del Código de Ética Médica establece que, salvo justa causa, el médico no abandonará al paciente por padecer una enfermedad crónica o incurable y continuará asistiéndolo, incluso para cuidados paliativos._cc781905-5cde-3194-bb3b- 136bad5cf58d_O respeto por el ser humano, benevolencia y justicia sustentan el Código de Ética Médica en Brasil.  _cc781905-5cde-3194-bb3b-1536dcf_bad

Podemos observar el valor del respeto en varios programas de valores humanos, así como en la propuesta de educar para la ciudadanía, lo que implica cultivar en los estudiantes valores como la libertad de expresión, la solidaridad, la cooperación, entre otros. Aunque entendemos que la acción de la escuela es limitada, creemos que los niños necesitan desarrollarse en la educación en valores, conociendo y experimentando los principios humanos universales. 

El respeto por uno mismo y por los demás es focalizado por Rosa (2003), en sus consideraciones sobre el aporte de la escuela a la formación moral de los estudiantes. El autor agrega:

En la escuela, el niño desarrolla, además de la educación intelectual, su educación moral fundamental para la construcción del carácter del hombre, porque el hombre no tiene, de manera innata, el sentimiento del deber y la conciencia moral, y la construcción del carácter, si lo hace enseñando a los niños los deberes que deben tener en relación consigo mismos y el respeto a los derechos de los demás, lo que implica tolerancia, aceptación de la diferencia.

 

Siguiendo el pensamiento ilustrado de autores como Kant, el hombre es producto de la educación. Por lo que la escuela es la encargada de la formación del carácter del niño, es donde aprenderá a hacer uso de la razón, adquirirá autocontrol y aprenderá a seguir las normas sociales que hacen posible la convivencia. Desde esta perspectiva, corresponde a la escuela promover el aprendizaje del respeto, entre otras virtudes morales.

También se debe considerar el respeto por las creencias religiosas. Es un hecho que la espiritualidad es parte del ser humano y de sus necesidades, por lo tanto es un derecho que hay que respetar. Pero respetar no significa tolerarlo todo. ¿Estamos “respetando” las creencias o aceptando conductas inapropiadas en el ámbito religioso? ¿Dónde está, en el ámbito religioso, el límite entre el respeto y la tolerancia? ¿Las iglesias respetan a sus fieles?  

Según Cury (2008), al “respetar todos los cultos y no adoptar ninguno, el Estado libera a las iglesias del control sobre la especificidad de lo religioso y se libera a sí mismo del control religioso”. Esta es una actitud democrática que debe prever las consecuencias de este tipo de libertad. Si entendemos las religiones como caminos diferentes que conducen a Dios y que, como seres humanos, somos imperfectos, entendemos que en estos caminos se encuentran los más diversos tipos de personas, tanto las que respetan a los demás como las que no.

¿Y cómo puede el Estado interferir en la defensa de los derechos humanos cuando las religiones y sus representantes no respetan a sus fieles y explotan el sufrimiento de las personas necesitadas, abusando de la libertad de culto? ¿Dónde quedan los derechos humanos cuando inocentes  son explotados por las religiones o en su nombre? ¿Puede prevalecer el respeto a la libertad religiosa sobre el respeto al ser humano y sus derechos? ¿Qué sucede cuando respetamos las religiones e ignoramos el daño que pueden causar a los fieles? ¿Este “respeto” a las creencias no abre la impunidad, sirviendo de escudo a los crímenes con un enfoque religioso, que pueden cometerse contra la humanidad?

Los valores humanos universales como el respeto, la justicia y la solidaridad deben ser la base de todas las iglesias y religiones. Y considerando que el mundo espiritual no requiere de recursos materiales, las donaciones y recursos recaudados por estas entidades deben volver a la población, en forma de ayuda a los menos favorecidos. Pero, ¿cuál es el organismo que supervisa la rendición de cuentas de las iglesias? En nombre de la dignidad de la persona y del carácter igualitario de los seres humanos, ¿no habría que plantear conductas y delimitar las prácticas religiosas? 

En Brasil, según Cury, 2008, “a la luz de la dignidad de la persona humana, hay un repudio a cualquier forma de discriminación y la marcación de objetivos mayores como la ciudadanía a nivel nacional y los derechos humanos a nivel internacional ”. En nombre de estos objetivos más amplios, como la ciudadanía a nivel nacional y los derechos humanos a nivel internacional, ¿no deberíamos reflexionar más sobre el respeto a la práctica de esta libertad religiosa?

Extraemos recursos para nuestra supervivencia de la naturaleza. ¿Y estamos respetando la naturaleza? Esto no sucede cuando lo explotamos para lo superfluo, para un bienestar inmediato, sin medir las consecuencias de nuestros actos y sin prever la escasez de estos recursos en el futuro, como consecuencia de los desequilibrios ecológicos que estamos propiciando. El resultado del derroche de los recursos naturales es que muchas personas hoy viven en la pobreza, sobreviven a duras penas, mientras una pequeña parte de la población del planeta desperdicia con lo superfluo. Teóricamente, los más pobres son los más afectados, pero podemos ver que los daños causados por los desastres naturales están afectando a toda la humanidad.

Para Santos (2011), tanto la naturaleza como la capacidad autodestructiva creada por la propia humanidad han unido sus fuerzas devastadoras para promover eventos catastróficos. Uno de los factores que más contribuyen a los desastres ecológicos es la degradación del medio ambiente.

El autor define los desastres naturales como fenómenos que provienen, directa o indirectamente, de la acción del hombre, ávido de existencia superflua, individualista, egoísta e incapaz de mirar a su alrededor o más allá de sus desproporcionados intereses de lucro. Podemos ver, con el cambio climático, las consecuencias de la destrucción de la naturaleza, pero no debemos pensar que la salud del planeta es eterna. El hombre no puede evitar los desastres naturales, pero puede cuidar que los eventos naturales no se conviertan en desastres por sus propias acciones y omisiones. 136bad5cf58d_  

El respeto por la naturaleza se fortalece sabiendo cuidar a los seres vivos, sabiendo conservar el medio ambiente; saber reconocer los elementos que contaminan la naturaleza, que contaminan el aire y los ríos; saber tratar los residuos, separándolos para su reciclaje; saber cuidar la limpieza; evitar el despilfarro de recursos naturales como el agua, siendo conscientes de la vida que la naturaleza nos ofrece de las más diversas formas. 

 

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Sugerencia de lecturas adicionales 

Programa Cinco Minutos de Valores Humanos para la Escuela, de la autoría de Saara Nousiainen, 2008. El programa está disponible en  http://www.cincominutosdevalores.org > .

En esta dirección encontrarás el tema Respeto enfocado a jóvenes y niños en las siguientes clases:

·       1er Módulo 1er Semestre: clase 72 – Respeto a las Leyes.

·       2º Módulo 2º Semestre: clase 7 – Respeto por los derechos de los demás; clase 10 – Naturaleza – Aves – Parte 2.

·       3er Módulo 1er Semestre: clase 1 – Animales - Parte 1; clase 2 - Animales - Parte 2; clase 7 – Respétate a ti mismo; lección 76 – Respétate a ti mismo – Parte 1; Lección 77 – Respeto por ti mismo – Parte 2.

 

 

 

Referencias bibliográficas

 

Almeida, MS Profesionales de la salud y el final de la vida: un estudio sobre los desafíos éticos. Disertación (Maestría), Universidad de Brasilia,  Brasília - Brasil, nº, enero de 2010. Disponible en: < http://repositorio.bce.unb.br/bitstream/10482/8461/ 3/Disserta%c3%a7%c3%a3o%20M%c3%a1rcia%20Souza%20de%20Almeida.pdf >. Consultado el: 07 sep. 2011.

 

Cury, CRJ La educación religiosa en las escuelas públicas: el regreso de una polémica recurrente. Revista Brasileña de Educación – ANPEd, Universidad Católica de Minas Gerais, Minas Gerais - Brasil, 2008. Disponible en: < http://www.gper.com.br/documentos/er_escola_publica.pdf > . Acceso el: 12 sep. 2011.

 

Rosa, DL  Trabajo pedagógico y socialización: consideraciones sobre el aporte de la escuela a la formación del sujeto moral. ANPEd (Asociación Nacional de Posgrado e Investigación en Educación). Universidad Federal de Bahía. Bahía – Brasil, 2005. Disponible en: < http://168.96.200.17/ar/libros/anped/1407T.PDF >. Acceso el: 08 sep. 2011.

 

Santos, NF Una recta para la humanidad. Aportes a las ciencias sociales. Universidad de Málaga, Málaga – España, mayo,  2011.  Disponible en: < http://www.eumed.net/rev/cccss/12/nfs.pdf >. Acceso el: 20 sep. 2011.

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